Recuerdo mi deslumbramiento, era un pájaro volando en círculos perfectos, movía las alas mientras caía, a 25 metros de mis 11 años, cuando aun no había terminado de descubrir las especies de aves que existían sobre el mundo.
Ese pájaro de madera, era como un sueño en el cielo.
El otro chico y yo corrimos a buscar aquello.
Allí estaba, alas blancas y una emoción, parecida a la libertad.
Un hermoso planeador que solo devolvimos a su dueño, con la condición de que nos dijera como debían entender esa maravillosa maquina, dos niños deslumbrados por el descubrimiento.
Recuerdo que pensé que era lo mas parecido a un ángel mecánico que había visto en mi vida.
Pregunte al señor, ¿en que lugar?
¿Alguien me puede enseñar a construir mis alas de madera?
¿Porque lo deja usted escapar?
El solo respondió, para verlo volar.
Entonces supe que el también compartía mi emoción por ese pájaro.
Allí estaba, alas blancas y una emoción, parecida a la libertad.
Un hermoso planeador que solo devolvimos a su dueño, con la condición de que nos dijera como debían entender esa maravillosa maquina, dos niños deslumbrados por el descubrimiento.
Recuerdo que pensé que era lo mas parecido a un ángel mecánico que había visto en mi vida.
Pregunte al señor, ¿en que lugar?
¿Alguien me puede enseñar a construir mis alas de madera?
¿Porque lo deja usted escapar?
El solo respondió, para verlo volar.
Entonces supe que el también compartía mi emoción por ese pájaro.
Nota del autor - Abril 2010